Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100304
Legislatura: 1893
Sesión: 21 de Junio de 1894
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 153, 2983-2984
Tema: Administración de justicia

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Sanz): La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Sin perjuicio de la contestación que el señor Ministro de Gracia y Justicia dé al Sr. Danvila y de que dicho Sr. Ministro le remita los datos que S. S. ha pedido, yo no puedo pasar en silencio ciertas apreciaciones de S. S. porque, o S. S. me oyó mal ayer o yo debí explicarme muy mal.

Yo no he proclamado aquí la tolerancia del juego, ni la tolerancia de ningún delito; lo que he dicho, simplemente es que no es España un país en donde el sentido moral, bajo ese aspecto, esté más perdido que en ninguna otra parte, ni que lo esté hoy más perdido que lo ha estado otras veces, porque ayer me dolió oír afirmar al Sr. Conde de Canga-Argüelles que el espíritu moral se había perdido en este país, y como eso no es exacto, yo tuve que levantarme a demostrar que el sentido moral no es hoy peor que lo ha sido en otros tiempos y en todas las épocas, ni es peor que en otros países y que era evidente la dificultad de perseguir ciertos delitos.

No parece sino que cuando el partido conservador ha estado en el poder no se ha jugado en ninguna parte. Entonces se ha jugado en todos sitios. (El Sr. Danvila: Pero se prohibió que se jugase.) Como se prohíbe ahora. (El Sr. Danvila: Ahora se tolera.) No; ahora se prohíbe también. (El Sr. Vizconde de Campo Grande: Se cobra.) Se cobra de lo que se llaman juegos lícitos que no castiga el código penal; juegos que están permitidos en otras partes; pero el juego prohibido por el Código, ése se persigue hoy como se ha perseguido siempre. (El Sr. Vizconde de Campo Grande: ¿Está seguro de ello S. S.?) Estoy tan seguro como lo he estado otras veces, de que, persiguiendo el juego, sin embargo se juega.

Y no hagamos aquí comparaciones de lo que ha sucedido en otras épocas con lo que pasa en ésta; yo no quiero entrar en esa cuestión, pero si se me provoca, también entraré. El Gobierno no tolera lo que no debe tolerar; el Gobierno persigue lo que la ley persigue, pero lo persigue hasta donde es posible, alcanzando poco más o menos los mismos resultados que han logrado otros Gobiernos.

En fin, el Sr. Ministro de Gracia y Justicia contestará a S. S.; pero conste que yo no he proclamado aquí la tolerancia del vicio, ni la del juego. Yo, realmente, no puedo tolerar eso, porque lo condeno de tal manera, que , como dije ayer, yo no he jugado nunca.

Y por lo demás, yo declaro a S. S. bajo mi punto de vista (y ésta es una opinión particular mía, de la cual no hago partícipe al Gobierno), que para hacer lo que se hace en unos y otros tiempos, valiera más variar de legislación; porque, de todos modos, y ya que hablamos de vicios, ¿no toleran y consienten la [2983] sociedad y los poderes públicos vicios más repugnantes y terribles? Pues los toleran y los consienten, porque de esa manera los pueden vigilar y reglamentar, evitando desde luego mayores males que los que el mismo vicio produce. ¿A qué venir aquí, pues, con mojigaterías? Lo que hay que hacer es, evitar el escándalo del juego, evitar que el juego venga a ser una estafa; que los menores de edad entren seducidos y engañados a tomar parte en el juego. Hasta ahí la autoridad puede hacer mucho; pero, Sres. Senadores, de ahí en adelante, y, como dije ayer, estando encarnado ese vicio en nuestra sociedad, es muy difícil extirparle. Se hace todo lo que es posible para ello, pero en ninguna época se ha extirpado. (El Sr. Conde de Canga-Argüelles: Ni se extirpará. ) Pues si no se ha extirpado ni se extirpará, entonces, ¿para qué?? (El Sr. Conde de Canga-Argüelles: Pero que no se declare lícita y buena una cosa que es ilícita y mala.) Nadie lo ha declarado. (El Sr. Conde de Canga-Argüelles: Ayer se entendió así de las palabras de su señoría.) Pues entonces no se me entendió porque no dije semejante cosa; y yo desearía que S. S. me enseñara en el Extracto, que yo no he vuelto a leer, la frase de la cual resulte que yo declaré lícito lo que la ley declara ilícito (El Sr. Conde de Canga-Argüelles: Pido la palabra); que se me diga dónde ni cuándo he proclamado yo el incumplimiento de las leyes.

Lo que hay es, que se trata de una cuestión muy ardua, de un problema muy difícil de resolver. Y a propósito de esto, digo también a S. S. que muchas veces, por extremar los Gobiernos sus medidas para evitar el juego, esas medidas son causa de que se abuse más y se produzcan otro género de escándalos y de vicios. Por lo demás, yo no he declarado que no deba perseguirse el juego; por el contrario, yo haré que se persiga cuanto se pueda; pero a la vez tengo que declarar que hay dificultad en hacerlo, que aun cuando se persiga el juego, lo que es el vicio no se puede extirpa, y que muchas veces suele ser peor el remedio que la enfermedad.

Respecto a la comisión de Códigos que dice el Sr. Danvila que hace tiempo está descansada, ha perdido S. S. la memoria, porque yo no tengo noticia de que en el tiempo que SS. SS. han estado en el poder la hayan convocado para nada; y si no, dígame S. S. cuándo. Desde que se hizo el Código Civil no ha vuelto a reunirse la Comisión. ¿Por qué no lo convocaron SS. SS.? ¿Por qué vienen a hacernos un cargo por faltas que SS. SS. Cometieron? (El Sr. Ministro de Fomento: Y han traído dos proyectos de ley no elaborados por la Comisión y sin consultarla.) Sus señorías han traído proyectos no elaborados por la Comisión, según acaba de decir mi digno compañero; yo creo que entonces era la ocasión de consultarla, y, sin embargo, no lo hicieron. Cuando nosotros tengamos necesidad de traer a las Cortes un Código, entonces consultaremos a la Comisión, pero SS. SS. Los han traído sin consultarla, y luego vienen, repito, a hacernos un cargo porque no la hemos consultado nosotros.

Como no quiero prolongar el debate, me basta con las palabras dichas, y el Sr. Ministro de Gracia y Justicia contestará a S. S.



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